domingo, 7 de abril de 2019

LAS ADICCIONES


La adicción (también conocida como trastorno por consumo de sustancias) es una enfermedad crónica que afecta al cerebro, consiste en la búsqueda y consumo compulsivo de sustancias nocivas (alcohol, tabaco/nicotina, drogas ilícitas e incluso algunos medicamentos recetados) a pesar de sus consecuencias dañinas para el individuo. Este uso compulsivo se caracteriza por la presencia de una gran motivación para obtener y consumir la sustancia, la cual está asociada a una pérdida en la capacidad de ejercer un autocontrol, impidiendo al individuo detener o limitar el consumo.



Las adicciones afectan sin distinción de género, estrato social o región del país, son especialmente vulnerables los niños y los adolescentes. Con frecuencia se asume que el individuo con adicciones no tiene los principios morales o la suficiente fuerza de voluntad para detener el consumo; sin embargo, la adicción es una enfermedad compleja, por lo que no es suficiente tener la intención o tomar la decisión de hacerlo.



Las drogas contienen sustancias químicas (sustancias psicoactivas) que llegan al cerebro alterando el envío, la recepción y el procesamiento de la información entre las células (neuronas) y, en consecuencia, afecta la comunicación neuronal normal. Por ello, el consumo repetido de drogas produce cambios duraderos tanto en la estructura como en la función del cerebro y en caso de no tratar la adicción estas alteraciones pueden permanecer toda la vida. Los expertos consideran que los cambios físicos a nivel cerebral perturban su funcionamiento, generando comportamientos peligrosos y obstaculizando la habilidad del individuo para resistir los intensos impulsos que favorecen el consumo.



Tipos de drogas:

La clasificación más adecuada de las drogas es según los efectos que producen en el sistema nervioso central, aparato que se encarga, entre otras cosas, de recoger y procesar las sensaciones que percibimos a través de los sentidos, regular el funcionamiento de nuestros órganos internos (latidos del corazón, respiraciones, sueño, etc.), analizar la información recibida para tomar decisiones, y también se encarga de controlar los movimientos de nuestro cuerpo. 
Hay tres tipos de drogas según esta clasificación:

 Depresoras: te adormecen, ya que producen efectos sedantes en nuestro organismo. 

  • Alcohol
  • Tranquilizantes y ansiolíticos
  • Hipnóticos o inductores del sueño (barbitúricos, benzodiacepinas)
  • Opiáceos (heroína, morfina, metadona, opio, codeína)
  • GHB (Gamma Hidroxi Butírico)

Estimulantes: hacen que estés como despierto/a o con sensación de gran energía, ya que aceleran las funciones del sistema nervioso central.

  • Anfetaminas
  • Speed (generalmente es una anfetamina, que significa ‘velocidad’ en inglés por la sensación de aceleración que produce en el organismo)
  • Metanfetamina  (metanfetamina y anfetamina no son lo mismo puesto que la meta tiene efectos más potentes que las anfetaminas comunes)
  • Cocaína / crack
  • Nicotina
  • Xantinas: teína, teobromina y cafeína
  • Taurina (bebidas energéticas)

Alucinógenas: hacen que percibas cosas o sensaciones que no son reales.


  • Alucinógenos: LSD, hongos o setas alucinógenas, mescalina, psilocibina.
  • Drogas de síntesis: Éxtasis (también tiene efectos estimulantes), MBDB o edén, MDEA o eva,
  • Ketamina (aunque también tiene propiedades depresoras por ser utilizada en anestesia veterinaria, de ahí por ser conocida también como ‘caballo’)
  • MDA o droga del amor
  • Disolventes y sustancias volátiles: acetato, benceno, aerosoles, gasolina, colas.





























sábado, 6 de abril de 2019

DIAGNÓSTICO CAUSAS, CONSECUENCIAS Y TRATAMIENTO DE LAS DROGAS.


Diagnóstico:


El diagnóstico de las adicciones a menudo requiere de la evaluación de profesionales de la salud mental (psiquiatra y psicólogo). Aunque pueden llevarse a cabo exámenes de sangre y orina para verificar el uso de drogas, un resultado positivo no establece el diagnóstico de adicción. El profesional de la salud mental puede considerar el diagnóstico de adicción cuando un individuo ha presentado al menos dos de las siguientes situaciones en los últimos 12 meses:

  • Consume con frecuencia grandes cantidades de la droga en un período de tiempo más largo de lo previsto
  • Desea reducir o dejar el consumo, pero no ha tenido éxito
  • Invierte una cantidad considerable de tiempo para conseguir la droga, consumirla o recuperarse de sus efectos
  • Tiene intensos impulsos para consumir la droga que bloquean cualquier otro pensamiento
  • Deja de cumplir con sus obligaciones y responsabilidades, debido al consumo de la droga
  • Continúa el consumo a pesar de saber que le está causando problemas en la vida
  • Renuncia o reduce actividades sociales importantes, laborales o recreativas debido al consumo de la droga
  • Utiliza la droga en situaciones que pueden ser peligrosas, como al conducir vehículos o manejar maquinaria
  • Utiliza la droga a pesar de saber que le está causando daño físico o psicológico
  • Necesita una mayor cantidad de la droga para obtener el efecto deseado
  • Tiene molestias físicas o psicológicas cuando deja de consumirla (abstinencia), o se toma una droga o un medicamento similar para evitar síntomas indeseables.
¿Por qué la gente consume drogas?
En general, la gente consume drogas por varias razones:
Para sentirse bien: Las drogas pueden producir sensaciones intensas de placer. A esta euforia inicial le siguen otros efectos que varían según la droga que se consuma.  Por ejemplo, con estimulantes como la cocaína, después de la euforia siguen sensaciones de poder, autoconfianza y más energía. En contraste, a la euforia que causan los opioides como la heroína le siguen sensaciones de relajación y satisfacción.
Para sentirse mejor: Algunas personas que sufren de ansiedad social, estrés y depresión comienzan a consumir drogas para intentar sentirse menos ansiosas. El estrés puede ser un factor importante para comenzar y continuar el consumo, y también influye en las recaídas (es decir, la vuelta al consumo de drogas) de los pacientes que se están recuperando de la adicción.
Para desempeñarse mejor: Algunas personas sienten presión para mejorar su concentración en la escuela o el trabajo, o mejorar sus habilidades deportivas. Esto puede ser un factor en quien decide probar las drogas o continúa consumiéndolas, particularmente en el caso de estimulantes recetados o cocaína.
Por curiosidad y presión social: En este sentido, los adolescentes en particular corren un mayor riesgo porque la presión de los compañeros puede ser muy fuerte. Los adolescentes son más propensos que los adultos a actuar en forma arriesgada o desafiante para impresionar a sus amigos y demostrar su independencia de los padres y las normas sociales.

Si las drogas hacen que la gente se sienta bien o mejor, ¿cuál es el problema?
Cuando una persona comienza a drogarse, tal vez perciba lo que parecen ser efectos positivos. También puede creer que puede controlar el consumo, pero las drogas se pueden apoderar muy rápido de la vida de una persona. Con el tiempo, si el consumo de la droga continúa, otras actividades placenteras se vuelven menos placenteras y la persona tiene que consumir la droga solo para sentirse "normal". Controlar la necesidad de consumir la droga se hace difícil, aun cuando el consumo cause muchos problemas para el consumidor y para sus seres queridos. Algunas personas pueden comenzar a sentir la necesidad de consumir mayores cantidades de la droga o consumirla con más frecuencia, incluso en las etapas iniciales del consumo. Estas son las señales que indican que hay adicción.


Consecuencias:


  • Desajustes neuroquímicos en el cerebro
  • Alteración del humor
  • Problemas familiares, relacionales y sociales
  • Adicción
  • Problemas cardiovasculares
  • Defectos en el embarazo
  • Disfunción sexual
  • Debilitamiento del sistema inmune
  • Problemas respiratorios
  • Conductas antisociales
  • Aislamiento
  • Ansiedad e insomnio
  • Otros trastornos psicológicos
  • Sobredosis
  • Muerte


Tratamiento:

Al igual que otras enfermedades crónicas la adicción es una enfermedad curable. El tratamiento permite a las personas afectadas recuperar el control de su vida al contrarrestar los efectos de las sustancias psicoactivas, sin embargo, se debe considerar que en algún momento es posible presentar recaídas. Los estudios muestran que la mejor manera de garantizar el éxito del tratamiento es combinando medicamentos (cuando corresponda) con terapia psicológica. Asimismo, la familia y los amigos tienen un papel muy importante en la motivación de las personas con adicciones para que ingresen y permanezcan en tratamiento.